La atención y el cuidado de un paciente encamado es, sin duda, un reto para el cuidador.

Especialmente si esta labor recae sobre el entorno del paciente que no cuenta con formación para ello.

Sin embargo existen herramientas para mejorar la calidad de vida del paciente y facilitar la labor del cuidador. En este post vamos a darte información sobre ello, así que si te encuentras en esta situación, puede servirte de guía.

Un paciente puede estar encamado de forma temporal, por ejemplo tras una intervención o un accidente o de forma permanente.

En ambos casos, va a necesitar asistencia directa para las actividades de autocuidado y del día a día: como lo son el baño y la higiene personal, vestirse,  alimentarse o cuidar su cuerpo.

Cuando una persona permanece encamada por un tiempo, aumentan las probabilidades de  que aparezcan algunos problemas que debemos intentar prevenir.

Algunas complicaciones que pueden aparecer en un paciente encamado

Alteraciones en la circulación sanguínea

Esto puede dar lugar a problemas de salud como una trombosis venosa.

Deterioro de la ventilación pulmonar 

Aumenta la retención de secreciones y el paciente tiene mayor predisposición a las infecciones respiratorias (neumonía).

Pérdida de masa muscular y rigidez articular

Lo que puede generar una atrofia y debilidad muscular.

La rigidez articular genera pérdida funcional y dolor ante cualquier movimiento.

Aparición de úlceras por presión 

Son lesiones en la piel, que pueden presentar distinto grado de gravedad en función de su profundidad

Pueden llegar hasta el hueso, siendo éstas las más graves.

Otras complicaciones

Pérdida de apetito y desnutrición, problemas de deglución, estreñimiento, reflujo gástrico, deterioro cognitivo y confusión (por falta de estímulos) o infecciones de orina.

Aspectos importantes para el cuidado de un paciente encamado

Alimentación

La dieta debe ser variada, rica en proteínas, vitaminas y minerales, la falta de nutrientes puede dar lugar, por ejemplo, a la aparición de úlceras por presión.

En ocasiones es necesario un aporte nutricional complementario para conseguir las cantidades diarias recomendadas.

El consumo de líquidos debe ser de 1,5 a 2 litros al día como mínimo, salvo que el paciente tenga pautado lo contrario

En ocasiones es necesario el uso de gelatinas o espesantes para lograr la ingesta requerida de líquidos.

Para comer, el paciente debe adoptar una postura adecuada, elevando la cabecera de la cama (si disponemos de una cama articulada) o colocando almohadas para lograr que el tronco esté elevado.

Después de comer, debemos evitar acostar al paciente inmediatamente, es preferible esperar al menos 30 minutos, así evitamos reflujos de jugo gástrico.

Aseo e higiene

El aseo diario y la higiene personal es otro aspecto importante en los pacientes encamados. 

Hay que procurar que la piel esté siempre limpia y seca, de esta forma evitamos la aparición de hongos, eccemas y escaras(úlceras por presión).

Es importante mantener la intimidad del paciente. La mejor forma de realizar el aseo es cubrir al paciente con una sábana o toalla e ir aseando “por partes” con una esponja.

Así también evitamos que pase frío.

Uso de pañales

Muchos pacientes encamados requieren el uso de pañales.

De nuevo es importante respetar la intimidad del paciente y evitar que pase frío durante el cambio.

Este cambio de pañal debe realizarse cada vez que se moje o ensucie o, en su defecto, cada ocho horas. 

Esta frecuencia en el cambio nos ayuda a proteger la piel y evitar irritaciones y/o infecciones.

Cambios posturales

Esto es especialmente importante en pacientes que van a estar encamados por un largo periodo de tiempo y es una de las principales acciones que van a evitar la aparición de escaras.

Consiste en modificar la postura del paciente cada cierto tiempo (normalmente se recomienda cada 3 horas), prestando mucha atención para no dañarlo.

También es importante aprender a realizar bien estos cambios para evitar lesiones en el propio cuidador.

Para aliviar la presión corporal, es muy útil el uso de un colchón antiescaras, que evita que la zona de presión sea siempre la misma.

Del mismo modo, es recomendable realizar técnicas de movilización al paciente en la misma cama, para evitar, en lo posible, la pérdida de masa muscular.

Algunos productos de ortopedia y ayudas técnicas que facilitan el día a día de pacientes encamados

Si podemos levantar al paciente de la cama en algunos momentos del día, una silla de ruedas va a facilitar su traslado por el domicilio, (de igual modo que recomendamos un colchón antiescaras para la cama, si el paciente va a estar sentado, debe utilizar un cojín antiescaras).

Existen sillas para el inodoro y el baño, así como ayudas para la ducha como asientos o asideros.

Para el traslado del paciente, levantarlo de la cama, de la silla o incluso del suelo si se ha caído o para moverlo en la cama, (para realizar el cambio de sábanas o también facilitar el aseo) puedes ayudarte de una grúa de traslado. 

Este producto facilita la vida del paciente pero también del cuidador. Existen diferentes tipos que se adaptan perfectamente a la situación y las necesidades de cada uno.

Otro producto muy interesante son las barandillas para la cama, evitan la caída del paciente lo que supone una tranquilidad para el cuidador.

Los productos específicos para prevenir y aliviar las lesiones en la piel son un gran aliado para este tipo de pacientes. Su piel requiere una atención y unos cuidados muy especiales.

La ortopedia cubre todas las necesidades de las personas dependientes, en este post os hemos hablado de algunos productos que cuidan al paciente y facilitan el trabajo del cuidador, pero existen muchos más.

Si necesitas más información o consejos, puedes consultarnos. En Farmacia Señorío Muriel SOMOS EXPERTOS EN ORTOPEDIA.