Cuidar la piel atópica

“Piel muy seca que se escama y se irrita, produciendo picor”.

Si esto te suena… seguro que te interesa lo que vamos a contarte hoy en este post.

La piel atópica es una enfermedad

Quizás solemos pensar que una piel seca o falta de grasa es simplemente un tema estético, sin embargo, para algunas personas se trata de un verdadero problema de salud.

La piel atópica es una enfermedad cutánea que hace que la piel sea muy sensible y reactiva. 

Es una piel seca y "tirante" a la que le faltan lípidos y nutrientes.

En ocasiones sufre los denominados brotes, momentos en los que la piel reacciona de forma exagerada y aparecen síntomas como picor, rojeces, irritación, inflamación…

La causa de la piel atópica

La piel atópica tiene un origen genético y se ve agravada por factores externos como las condiciones ambientales, alergias, algunos tejidos (ropa), productos de higiene, perfumes…

La incidencia de esta enfermedad ha aumentado en los últimos años debido a los actuales hábitos de vida y a agentes como la contaminación, el estrés, alteraciones del sueño, alimentación poco equilibrada…

Como ves, no existe una única causa sino que es un acúmulo de ellas, siendo el factor determinante la predisposición genética. 

Los cuidados de la piel atópica

Dado este componente genético, la piel atópica es un trastorno cuya prevención es prácticamente imposible. Sin embargo, debemos proteger la piel y dotarla de todos los nutrientes necesarios para mantener tu estado fisiológico natural. 

Por tanto, esta es la forma de tratar esta enfermedad.  Aportar protección a la piel frente a esos agentes externos desencadenantes para evitar los síntomas y disminuir los brotes.

El tratamiento de la piel atópica

Una piel sana está protegida por la función de barrera. En personas con piel atópica, esto se consigue utilizando en la rutina de higiene diaria productos respetuosos que no sean agresivos y aplicando diariamente productos emolientes, hidratantes y calmantes que consigan mantener la piel protegida y sana.

En los brotes, cuando aparece el eccema y el picor hace inevitable el rascado de las lesiones, éstas pueden sufrir una sobreinfección por bacterias.

En los periodos de brote, el tratamiento debe incluir productos que disminuyan ese picor y también que bajen la inflamación y calmen la irritación.

Consejos de tu farmacéutico

• Bebe suficiente agua. Es imprescindible hidratar tu piel desde dentro.

• Lleva una dieta equilibrada.

• Toma duchas en lugar de baños. Estas deben ser cortas y procura que el agua no esté muy caliente.

• Nunca frotes la piel para secarla, hazlo a toquecitos, de forma suave.

• Evita prendas de vestir de tejidos sintéticos, usa en su lugar ropa de algodón.

• Relájate. Descansa lo necesario y procura mantener a un lado el estrés , ya que es un desencadenante de brotes de dermatitis atópica.

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¿Tienes la piel atópica? ¿La tienen tus hijos? Si quieres, puedes contarnos tu experiencia.